En Septiembre de 2020 hicimos una escapada a la pequeña villa de Nuevo Baztán.
Situada al sudeste de la Comunidad de Madrid, y distante a 40 km de Madrid capital, fue fundada a principios del S. XVIII por Juan de Goyeneche y Gastón como un centro agrícola y de fabricación de productos como vidrio y tejidos.
Su nombre está relacionado con la población de Baztán, en Navarra, de donde provenía Goyeneche.
Gracias al importante patrimono que atesora, fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1941 y Bien de Interés Cultural a principios del año 2000
Índice
Estatua de Goyeneche
El navarro Juan de Goyeneche (1656-1735) abandonó pronto su tierra natal, en el valle del Baztán, para trasladarse a Madrid. Aquí inició su esmerada formación en el Colegio de la Compañía de Jesús, donde entró en contacto con algunos de los que serían influyentes miembros de los grupos intelectuales y de poder del cambio de siglo.
Su formación e inquietudes intelectuales le llevaron a encontrarse desde muy joven entre aquellos reformistas que propugnaban y perseguían la renovación política, económica, científica y cultural de España:
Poco a poco fue pergeñando el concepto sobre el que sustentó la creación del Nuevo Baztán, un conjunto urbano situado en sus posesiones de Olmeda de las Fuentes, dirigido por él y destinado a solucionar puntualmente dos problemas importantes: la recesión demográfica y la gravísima desindustrialización.
La fundación, preveía la instalación de un complejo industrial receptor de población, con suficiente capacidad de crecimiento como para activar la comarca tanto económica como demográficamente. En los años siguientes el complejo se amplió con nuevas fábricas de papel y vidrio, manufacturas de licores, cerería, confitería, curtidos, zapatería, tejidos, …
A los pocos años, las fábricas estaban a pleno rendimiento y la población ascendía ya a unos 500 habitantes. Semejante éxito decidió a Goyeneche a añadir una fábrica de cristal, que despertó el interés de Felipe V, quien demostró su apoyo mediante franquicias y exenciones con carácter de monopolio, siendo la culminación de su obra, la máxima expresión de sus ideales políticos:
Plaza del Mercado (o del Secreto)
Antiguamente soportalada, hoy en día sólo quedan las bases de piedra donde se apoyaban los maderos que sostenían las cubiertas para el resguardo de viajeros y comerciantes. Desde esta plaza se puede observar todas las demás, incluso todas las torres del conjunto palaciego:
Plaza de las Fiestas
Plaza cuadrada y sobria donde se utilizaron materiales denominados castizos (arquitectura madrileña): piedra, ladrillo, madera y hierro forjado.
Excepto la fachada trasera del palacio, el resto de lados están compuestos por una galería corrida en el piso superior donde la población podía seguir los espectáculos ,actos teatrales o festejos taurinos.
A estos actos tambié acudían tanto la familia Goyeneche como la Familia Real reservándose para ellos los balcones del palacio:
Iglesia de San Francisco Javier
En origen hubo una pequeña capilla en el interior del palacio pero, debido al volumen de población existente, se hizo necesario la construcción de otra iglesia, que se puso bajo la advocación de San Francisco Javier (de origen navarro al igual que Goyeneche).
La entrada a la Iglesia está flanqueada por dos pilastras y cuatro columnas. Se encuentra en esta portada un arco de medio punto, en cuyo hueco está la puerta.
En la hornacina se encuentra la figura de San Francisco Javier (obra del mismo Churriguera):
Palacio de Goyeneche
Ideado como residencia del fundador, el palacio ocupa la parte izquierda del frente, quedando la iglesia anexa a la derecha. El palacio es de planta cuadrada y consta de dos pisos:
El palacio destaca por su sobriedad, lejos de lo “churrigueresco” sin apenas concesiones a lo ornamental, exceptuando la decoración que ayuda a sostener el balcón principal, destacando la cabeza de un león con el ajedrezado heráldico del Valle del Baztán entre sus fauces y las dos cabecillas angulares, uno con gesto risueño y el otro fruncido, a ambos lados del león:
En la planta superior se ubicaban las estancias nobles, y se comunicaba con la iglesia interiormente a través de las estancias del segundo piso (era habitual en las residencias nobiliarias establecer pasadizos para comunicar con las tribunas de las iglesias próximas):
Dejando atrás el palacio, es recomendable recorrer el resto de la villa proyectada por Goyeneche (en realidad son cuatro calles), pero es una delicia deambular por ellas (con suerte en solitario) y ver como parece que el tiempo se ha detenido:
Plazuela de la Cebada
Caminando hacia el final del complejo se observa como la calidad y el estilo de las casas va decreciendo en función del morador de la casa y la cercanía con el palacio, siendo las casas de esta plaza (la más alejada del palacio) las de los agricultores y ganaderos, lugar donde se guardaban los animales y aperos de labranza y a cuya salida comunicaba con los campos de cultivo:
Plaza de la Iglesia
Situada frente a la fachada principal del palacio, aun conservó hasta el S.XIX su trazado barroco, enmarcando la perspectiva de la fachada principal de la Iglesia y el palacio:
A ambos lados de la fachada principal, para dar forma de U al conjunto, se ubicaron las casas de los administradores y personal de confianza de Goyeneche. Hoy en día se han convertido en edificios municipales (Ayuntamiento), una casa rural, un restaurante y casas privadas.
Fuente de los Tritones
Ubicada en el parquecillo de la Plaza de la Iglesia, atrae la atención esta bonita fuente realizada por José de Churriguera, la cual está esculpida en la misma piedra caliza que el conjunto y decorada con tritones:
Olmo
En Nuevo Baztán, los olmos llegaron a ser tan grandes y de tal espesor su copa, que llegaron a formar un túnel al juntarse los árboles de uno y otro lado. Esto fue así hasta los años 70-80 aproximadamente, momento en el que la grafiosis atacó todos los olmos de Nuevo Baztán, como así ocurrió en toda Europa.
Este olmo es el único superviviente que quedó en Nuevo Baztán del azote de esta enfermedad. Hoy en día es un hermoso ejemplar de gran copa, la cual abarca todo el ancho de la vía, y nos permite imaginarnos el aspecto que tuvieron en su día las avenidas de Nuevo Baztán: